Receta de Bienmesabe de
coco. Érase una vez, hace mucho, mucho tiempo, en un país lejano del cual, si quiero
acordarme, porque un día volverá a
brillar, cada febrero se
celebraba el carnaval.
Pecaminoso el hecho de que niños, jóvenes y adultos jugaban con agua a más no poder, siendo
que, en otras partes del mundo, era raro ver agua corriente en los acueductos y
tuberías. Pero bueno, algo hemos aprendido y creo que eso no pasará más; es
parte del aprendizaje.
El caso es que, en éste país, desde el jueves
antes de carnavales, muchas familias ya estaban listas para
dirigirse a sus destinos vacacionales.
Normalmente, la mía prefería el campo,
y para pasar unos carnavales agradables, la logística se comenzaba a preparar casi desde el primero de enero.
¿El Guárico
o Capanaparo?, ¿Cuántos somos?, ¿Cuántas
cavas van para hielo, bebidas y comida?
-La cava de los muchachos es aparte! Que no se
acabe el hielo para que después no estén agarrando de la cerveza para el
refresco…
El hielo, el eterno lío del hielo. La verdad, esas
eran las discusiones del momento. El viaje
en sí era una sola echadera de broma desde sus inicios. Unos del Norte, otros
del oeste y así, nos íbamos concentrando en el punto de partida para cualquiera
de los sitios de destino. Pararse a recargar gasolina significaba verificar el contenido de las cavas, más chucherías para los chiquitos y siga...Lo del juego en carnavales era tal, que cada vez que
pasabas un pueblo debías cerrar los vidrios del carro o recibir el baño de agua con que los pobladores
jóvenes te sorprendían. También eso era un festín.
Como estábamos en carnavales, era imposible dejar
pasar el momento para un buen concurso
de disfraces. Cada quien desde su casa se llevaba lo necesario para el día
del concurso. Ya estaba dispuesta la
decoración del escenario y lo necesario para el evento.
En el año que hoy recuerdo, estaba de moda una
serie de televisión que se llamada “Norte
y Sur” de John Jakes, y obvio no podía faltar quien se disfrazara de la
bella Madeline Fabray, representada en
la serie por Lesley-Anne Down.
Imagen tomada de: https://www.listal.com/character/madeline-fabray-main |
Ese año hubo disfraces maravillosos, disfraces de
romanos, de chinos, de damas de la noche, hawaianas, espantos de la sabana, y más.
Comparto esto contigo porque sigo empeñada en
recordarte que hemos vivido en un país hermoso, que no todo ha sido sombra, y
que estos tiempos grises pasarán. Volveremos a disfrazarnos y a abrazarnos con
los que amamos. Los campos volverán a ser seguros y productivos, y lo mejor de
todo, seguiremos viendo el sol brillar.
En honor a mi Madeline que es bien dulcera, que
hace poco cumplió años y una vez más no pudimos abrazarnos, en honor al sabor
que todos queremos recuperar y declarando que así ha de ser, comparto con
ustedes la receta de Bienmesabe de coco
BIEN ME SABE
Receta tomada del libro “América en tu
hogar”,
segunda edición, 1992
Imagen referencial tomada de: http://www.alfonzorivas.com/recetas/detalle.php?r=153&t=all&c=13 |
3 cocos grandes
½ kg de azúcar
9 huevos
3 bizcochuelos
Vino dulce
1 litro de agua caliente
Canela en rama y molida.
Bizcochuelo:
3 huevos
125 gr de azúcar
125 gr de harina
(medidas por cada uno de los bizcochuelos)
Procedimiento:
Haces tres bizcochuelos, batiendo las claras a
punto de merengue (turrón).
Aparte, bate las yemas, luego júntalas y añade el
azúcar poco a poco, mientras continúas batiendo y por ultimo agregas la harina.
Pon a hornear, en molde cubierto de papel encerado, engrasado y enharinado, a
temperatura de 400° F por 10 o 15 minutos.
Ralla la pulpa de los cocos; cuela con un paño
para sacar la leche pura y apártala. Al sipo agrégale el agua hirviendo y,
cuando enfríe vuelve a colar. Con esa
agua, el azúcar y la raja de canela haces un almíbar a punto medio, son moverlo
(teniendo cuidado de que al subir no se bote); bájalo y déjalo enfriar antes de
añadirle las yemas, desleídas en la leche de coco pura, muévelo hasta que
reviente el hervor y bájalo enseguida, porque si hierve sabe a aceite de coco; bájalo
y muévelo un poco más, cuélalo y déjalo enfriar. Coloca en una dulcera: capas
de bizcochuelo en tajadas impregnadas en vino, crema, espolvorea canela molida
y así hasta terminar. Bate las claras a punto de merengue (turrón) con azúcar y
cuando haga picos, colócala por encima del postre, espolvoreando arriba más
canela.
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