Receta de torta de guanábana. Hoy,
el día, los libros, el recuerdo...qué sé yo! trajeron a mí el sabor de una rica
Torta de Guanábana y el regaño amoroso-autoritario de una de las
monjas del colegio en el que estudié, de las Hermanas de la Presentación,
diciendo:
_Las
señoritas no se sientan en el piso niñas, levántense y acomódense la falda, que
ustedes no son varones...
Muchas
veces somos duros en juzgar ocasiones y
pocas son las oportunidades en las que decidimos conscientemente, ver lo bueno
de una situación caótica. Recientemente se fue el servicio eléctrico en casa en
una noche calurosa del llano venezolano, y lejos de amargarnos por lo que no teníamos,
mi familia y yo decidimos salir a admirar el cielo en el jardín.
Al
parecer, mis vecinas decidieron lo mismo, y al cabo de pocos minutos, mi vecina
Ehuelys, una de sus hermosas niñas y yo, comenzamos a intercambiar anécdotas
del Colegio en el cual las tres estudiamos en generaciones diferentes; vaya que diferentes! quizás mi veci y yo teníamos
más en común, pero con la pequeñita habían pasado más de dos décadas y aún así,
nos seguían uniendo canciones, normas y modos.
Esa
oportunidad nos reímos mucho de los regaños de las monjas y recordamos los "si
se puede" y los "no se puede" de nuestro recordado colegio. Recordamos
los regaños cuando al practicar las canciones para la misa, hacíamos
inflexiones y tonos raros que no permitieran la perfección perseguida. Las
veces que nos corrieron de la Redoma de la Virgen y las ricas empanadas y pasteles de la
cantina. Disfrutamos tanto la ocasión, que terminamos cantando nuestro eterno:
Hoy
es la fiesta
alegrías
hay bailes y cantos
porque
una flor
al
colegio del cielo ha bajado
con
su perfume
el
ambiente se hace alegría
y
las flores cantando y rezando
celebran
alegres su Niña María
Esta tarde, al
regresar al jardín a regar las plantas, reviví esa noche maravillosa, y me fuí
nuevamente a la época, en la que en el receso de clases, mis compañeras y yo nos
sentábamos en el piso del pasillo del colegio, sin recordar el decoro que una
señorita en falda debe guardar para sentarse, y las monjas y las maestras
pasaban a regañarnos por aquello de que hay que mantener los buenos modales y
la educación. Ayer era una fastidio, hoy ese reclamo me parece dulce y
agradezco que me hayan conducido a ser quien hoy soy.
Que cómo se cruzó
el sabor a torta de guanábana en esta historia no me quedó muy claro, tal vez
obedece al recuerdo escondido de un buen momento de mis ancestros que
estudiaron en condiciones similares a las mías, no lo sé, lo cierto es que
apareció! Por ello, hoy dejo para ti que me lees, esta deliciosa receta para
que compartas con aquellos a quienes amas, y si son tus compañeras del
colegio...disfrútalas, no tienen precio!
TORTA DE GUANÁBANA
Receta
tomada del libro "Estelas de Bien"
Ediciones
Tripoide, Venezuela 1989
Imagen referencial tomada de: https://entretodosdigital.blogspot.com/2010/02/papeles-de-cocina-torta-de-guanabana.html |
Ingredientes:
1/4 kg de
margarina
2 tazas de azúcar
3 tazas de harina
6 huevos
1 cucharada de
vainilla
1 cucharada de
corteza de limón rallada
1 lata de jugo de guanábana
concentrado (177 cc)
1 cucharadita de
polvo de hornear.
Preparación:
Bate la margarina
con el azúcar hasta que suavicen y estén bien unidas.
Agrega las
amarillas de los huevos, uno a uno.
Mezcla bien y
agrega la harina alternando con la leche, a la que habrás agregado el jugo de guanábana.
El polvo de
hornear lo habrás mezclado con la harina.
Añade el limón.
Bate las claras a
punto de suspiro y añádelo a la mezcla anterior con un movimiento envolvente.
Hornea en un molde
enmantequillado y enharinado a 350 °f por 45 o 60 minutos.
Ah mundo caracha!!! Yo también estoy en ésa foto y comparto contigo ésos bellos recuerdos. Gracias Isabel Cristina.. Patricia Di Salvo.
ResponderBorrarBellas todas nosotras amiga querida. Gracias por acompañarme nuevamente por estos lados disfrutando de nuestros recuerdos. Un abrazo!
BorrarGracias por hacerme viajar en el tiempo y en el espacio... hermoso escrito y voy a preparar la receta .. saludos mi querida compañera de colegio y tantas anécdotas vividas juntas ���� Katherine Hernandez
ResponderBorrarGracias por visitar este pedacito de nuestros recuerdos juntas Kathe. Si cierras los ojos y viajas un ratico, vez a Roselyn Quintero cuando se decoloró el pelo con agua oxigenada y la echadera de broma con "cerro prendío", te recordé mucho haciendo el escrito! Gracias por leerme, vuelve cuando quieras, y si te animas, cuéntanos cómo te fue con la receta. Un abrazo!
ResponderBorrar