Tabule. Corría el último día del mes de
junio de un año sumamente duro en la historia de mi Patria. Ese día corrían lágrimas
de diferente naturaleza por mis mejillas: de dolor por ver lo que pasaba a mi
alrededor y de orgullo de ver que una semilla que ví crecer dentro de mí estaba
dando un paso muy grande en su crecimiento, ese día se graduó mi hijo mayor; mi
primogénito, el niño experimento, porque con él me inicié en las lides de ser
mamá.
Por estos días el ánimo no está
para celebraciones de muy buen agrado, hay vidas que se han ido sin haber
vivido suficiente, prisiones injustas, familias separadas y deshechas se pueden
ver por cantidades. Pero las palabras de mi madre y de todos mis viejos me
recordaban:
_ Aun así, debes celebrar la
vida!
En 24 horas debía resolver las
cosas típicas de las graduaciones, realmente, agradecí la conciencia de todos
en casa de: se resuelve con lo que hay. No hay otra forma.
Salí a comprar algunos
ingredientes para unos canapés después del acto y el lugar común de todos los
establecimientos fue: No hay. Sin embargo, como una luz que se asoma de algún lado
de mi historia, comencé a percibir sabores y olores del mediterráneo…Tabule,
crema de berenjenas, crema de garbanzo, pan árabe…y a la cuenta de tres, todo
lo tenía en mis manos.
Si alguien me pregunta, le diría
que mis ancestros conocieron de la comida libanesa y siria, y por supuesto me
estaban guiando.
Nos levantamos en casa muy
temprano a prepararlo todo para ir al acto académico y desde las 5:00 am
comenzaron los traspiés: nos quedamos sin energía eléctrica, sin agua corriente
y en ese plan estuvimos laaargo rato. Una vez listos salimos a la Universidad,
ahora sí, ya estábamos listos para la emoción.
No puedo describir con palabras
la sorpresa de la entrada de los graduandos al recinto, entre ellos, muy alto y
con su bandera sobre la toga, él, mi hijo. Orgullosos, también sus compañeros, de otras carreras incluso, portaban su bandera, la bandera de Venezuela
prendida de sus togas. Ese traje negro que visten aquellos que han tenido la
dicha de acceder a los estudios. Herramienta maravillosa que vence la sombra
del “no saber”.
Emotivo acto y sabias palabras en
los discursos. Uno de ellos, para ser buen profesional hay que practicar el
bien vivir para tener un buen vivir…se los dejo a reflexión!
Pero el más emotivo discurso lo dió
mi semilla convertida en árbol. Título en mano, lo alzó y se volteó a sus
compañeros diciendo:
- “Esto (el título), pesa más que
una constituyente o cualquier lacrimógena. Que este gobierno no nos mate las
ganas de estudiar”
Adolfo, mi semilla hecha árbol |
Guao! en él ví a miles de jóvenes
de este país librando protestas pacíficas con la mejor de las armas, el
pensamiento, un lápiz y los cuadernos. La forma más efectiva de salir de las
sombras opresivas de la tiranía de cualquier gobierno.
Ese día entendí que yo de
pequeña, junto con los de mi generación admiramos a superman, la mujer
maravilla, el hombre araña, capitán América. Nos desvivíamos por usar sus disfraces.
Hoy, Venezuela tiene sus propios superhéroes, visten de franela y se cubren con
su bandera.
En mi traje heredado de mujer maravilla |
Quizás en esta celebración, también
quisieron estar los jóvenes sirios que libran sus propias batallas que no son fáciles.
Quizás era hora de que yo también los recordase y elevara una plegaria por
ellos, para que más pronto que tarde, cambien bombas por cuadernos y trajes de
guerra por toga y birrete.
En honor a todo este
caleidoscopio de emociones, en honor a mis superhéroes de franela, comparto
contigo esta receta de Tabule.
RECETA DE TABULE
Receta tomada de http://www.paulinacocina.net
imagen tomada de www.paulinacocina.net |
Ingredientes
1/2 taza de trigo burgol
3 tomates
1 pepino
1 cebolla pequeña o 1/2 grande
1 manojo grande de perejil (1 taza aprox.)
1 manojo más pequeño de menta (más o menos 1/4 de lo que
pusimos de perejil)
Sal, limón y aceite de oliva
Procedimiento
1. Lo primero es remojar el trigo burgol: cubrir apenas con
agua caliente y dejar una 1/2 hora. Si hay exceso de agua, retirarla, tiene que
quedar lo más seco posible.
2. Cortar el pepino, la cebolla y los tomates, en cuadraditos
muy pequeños, pero puede ser de otra manera.
3. Picar el perejil y la menta de forma grosera, no demasiado
pequeño.
4. Mezclar todo bien mezcladito y condimentar con sal,
bastante jugo de limón y aceite de oliva.
Mis felicitaciones por este logro...
ResponderBorrarTE cuento q estoy viviendo fuera de venezuela, y siempre q llega la notificacuon de tus recetas, busco compañia para leerlo en voz alta, en esta oportunidad venezolanos me acompñaron y vi como otros compatriotas se limpiaban sus rostros al verse reflejados en el relato... un gran abrazo.
Gioan me siento muy feliz por ti! Espero que estos que tienes por delante sean de dicha absoluta y de libertad plena. gracias por guardarme en un pedacito de tu memoria y de tu corazón. Dios permita que pronto nos encontremos en una bella Venezuela libre, amorosa, prospera y segura, que nos permita reunirnos en medanito y reeditar el teleferico con carreras de saco incluidas. Un gran abrazo!
BorrarMis felicitaciones por este logro...
ResponderBorrarTE cuento q estoy viviendo fuera de venezuela, y siempre q llega la notificacuon de tus recetas, busco compañia para leerlo en voz alta, en esta oportunidad venezolanos me acompñaron y vi como otros compatriotas se limpiaban sus rostros al verse reflejados en el relato... un gran abrazo.
Felicidades prima por el logro del primogenito.... que viva una Venezuela libre, Dios mediante.
ResponderBorrarAméeeeen primo bello, que celebremos en una Venezuela libre!
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