Este mayo como muchos otros del pasado ha sido
especial, cumplen en él mi hermana Carmen y mi Tía Flora. Una de las imágenes que
para mí es imborrable por la felicidad que representa, es la de mi tía frente a
una taza con mazamorra.
En estos días de difícil devenir en mi
Venezuela bonita, pocas son las cosas que te sacan del letargo “raro” en el que
te sumerge la vorágine de noticias duras del día a día, pero cuando llegas al
refugio de tus recuerdos gratos, te das cuenta de que es ahí, en ese sitio
calladito, donde puedes recargar batería para seguir llenando de luz al entorno
que te rodea.
Cecilia Lleras, amiga de la vida, felicitó a mi tía por una de
sus redes sociales, y cuando detallo el título de las imágenes, este dice: “Celebrando
en la intimidad”. Acto seguido, mi mente se trasladó a las risueñas tertulias
de mi familia algunos años atrás.
Cuando se tienen familias numerosas, el
concepto de “en la intimidad de la familia” toma otra dimensión. Corrían los 80
o los 90 y había un evento social importante en el seno familiar de una de las primas queridas de mi papá, Gladys.
Llegó a la casa un día cualquiera de esos que pasaba con destino a Mantecal para avisarles a mis padres de la realización del evento. Dentro de la conversación, uno de mis padres preguntó algo alusivo a la cantidad de invitados, a lo que Gladys contestó de manera natural:
Llegó a la casa un día cualquiera de esos que pasaba con destino a Mantecal para avisarles a mis padres de la realización del evento. Dentro de la conversación, uno de mis padres preguntó algo alusivo a la cantidad de invitados, a lo que Gladys contestó de manera natural:
Mi prima Gladys |
Recuerdo clarito la carcajada cantarina de mi amadísima
mamá.
Si bien es cierto que parecía grande el
número, el análisis posterior de los invitados demostró que efectivamente participó la
intimidad de la familia, de dos familias quienes ambas eran numerosas.
Solamente por el lado de la novia.
Las siempre hermosas muchacha! |
En honor a esos hermosos recuerdos y a las chucherías de mi tierra con las que crecieron mis padres, mis tíos, mis primos y yo, comparto con Ustedes la rica receta de la mazamorra. Buen provecho y mi mejor deseo de que donde estén, disfruten la mesa con sus afectos!
RECETA DE MAZAMORRA
Receta e imágenes tomadas de http://cocinayrecetas.hola.com
Ingredientes
·
1 kg de jojoto desgranado (elotes,
maíz tierno)
·
1 litro de agua
·
½ litro de leche
·
1 taza y ¼ de azúcar
·
1 trozo de canela en rama (cerca de
una pulgada)
·
1 pizca de sal
Preparación
1.
Licuar por partes el jojoto
ayudándose con el agua.
2.
Colar el líquido resultante y colocar
en una olla profunda y de amplio diámetro.
3.
Encender el fuego e incorporar la
canela.
4.
Mezclar la leche con el azúcar y la
sal; y añadir a la preparación previamente llevada al fuego, cuando esta
empiece a hervir.
5.
Remover constantemente por unos 15
minutos, mientras espesa.
6.
Servir caliente o a temperatura
ambiente.
amén, un abrazo en la distancia
ResponderBorrarhermosas palabras que sacan lagrimas y bellos recuerdos las quiero mil mis hermanas bellas..... Isabel Cecilia y Carmen Alicia, se que pronto estaremos juntas celebrando lo que venga.....
ResponderBorrarQué lindo escrito prima. Un respirito que me sacó una sonrisa en éstos días complejos y tristes... Un abrazo desde la intimidad de la familai ����
ResponderBorrarUna cola en el supermercado me dio el tiempo de leer y comentar con el alma este bellisimo articulo. La mala recepcion dentro del lugar me impidió publicar mis palabras.
ResponderBorrarME tomaré el tiempo de recuperar al menos una parte de esa inspiracion porque tus palabras siguen despertando memorias de tiempos felices en mi alma (hoy) nostalgica
Mazamora: Para mi significa Semana Santa en familia.
ResponderBorrarSignifica el olor de la tierra humeda a las 9 am mientras la taza de chocolate y el pan nos sirven de ligero desayuno a mis padres, mis hermanas y a mi.
Una comilona se prepara para el jueves y viernes santo. Imposible tomar el acostumbrado desayuno cuando los 7 potajes y los 7 postres nos esperan unas 3 horas mas tarde para llenarnos el alma y el cuerpo de amor (en exceso).
Mazamora, ese atol de maíz que solo mi madre, mi tia o mi abuela se atrevian a preparar mientras mis hermanas y yo nos lanzabamos sin temor ante todos los demas postres.
Mazamorra y los cuentos de atoles infantiles que le dieron a mi cuerpo los nutrientes y fortalezas necesarios para sobrepasar una niñez temprana llena de arepa paseada por toda la casa y una juventud temprana llena de comida de comedor universitario.
Mazamorra, ultimo de los postres antes de la acostumbrada tarde Bingo, cartas y domino.
Mazamorra: tradicion familiar de muchas generaciones.
Mazamorra: Venezuela en un recuerdo eterno.
Gracias Isa, por hablarme de mi pasado a través de este postre
Gracias por tu comentario Señorita Lorien Luthiniel, que lindo poder regresar aun bajo la ilusión de que el tiempo ha pasado. Esa Semana Santa es tan hoy como mañana. Un abrazo!
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