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domingo, 28 de junio de 2015

LOS HELADOS DE DOÑA PETRA...helados de coco


En la medida que fue pasando el tiempo de haber llegado a vivir a la calle Ricaurte, mis padres fueron haciendo amigos y con ellos yo también. Quizás no eran los amigos convencionales de una niña de mi edad, sino personas amables que gustaban de compartir con niñitas como yo. Dentro de estos nuevos amigos estaba la querida Doña Petra.


Como ya había ido “agarrando cancha”, me aventuraba a recorrer un poco más de una cuadra lejos de mi casa, hasta donde vivía mi nueva mejor amiga, quien se había ganado todo mi amor y simpatía a punta de su amena conversa, su gracioso loro y unos riquísimos helados caseros que podían pasar de sana fruta de temporada como el coco y la parchita, hasta los terribles pero riquísimos helados de Kool aid, que irresponsablemente comíamos y disfrutábamos  muchos niños de mi generación.

La jarrota del sabor!!!

Me muero de la risa de imaginar la cara de los médicos y nutricionistas actuales, si supieran hoy día, que en alguna casa estuvieran consumiendo ese producto. Recuerdo también que había algo llamado “mañanita”, que yo anhelaba tomar en otras casas porque mi mamá poco nos daba a mis hermanas y a mí de esas terribles exquisiteces que en otros lados tomaban.




A eso de las cinco de la tarde, las personas que vivían por mi casa y por las calles cercanas, sacaban sus sillas de mimbre y se sentaban a conversar entre familia y vecinos, de los aconteceres del día. Puedo recordar a Doña Teresa con su eterna pañoleta en la cabeza, meciendo su falda para espantarse la plaga, y señoras de otras casas, batiendo sus abanicos para quitarse el calor. Era la hora perfecta para pedirle a mi mamá permiso para ir a comprar un rico helado.

Casi puedo verme “guindada” de la reja de entrada de la casa de mi anciana amiga, gritando a todo pulmón: - Doña Petra tiene helaoooo?. Si, si, así mismo, “helao” como lo dicen los niñitos de pueblo a la corta edad en la que pueden hablar como les gusta o como les sale. Que rica la libertad de esa edad y de ese momento histórico de mi país, libre de inseguridad, abundante en solidaridad, respeto por la vida, por los mayores y en general por todas las cosas.

La receta que hoy comparto contigo, no es otra que la de los riquísimos helados caseros de coco, mi sabor favorito. Lamentablemente no es la receta de mi querida Doña Petra, quien ya estará consintiendo a más niños en otro plano, pero creo firmemente que te va a servir muy bien y es una manera fabulosa de enseñar a tus hijos a comer fruta, involucrándolos en la elaboración de los helados. Buen provecho!



HELADO DE COCO

Ingredientes:
1 litros de leche
La pulpa de un coco rallado o en trozos pequeños.
Azúcar al gusto
Esencia de vainilla al gusto.

Preparación:

Hervir la leche con el coco rallado o en trozos y el azúcar durante dos o tres minutos. Retirar del fuego y dejar enfriar, agregar unas gotas de vainilla y procesar en una licuadora hasta que la los trozos sean diminutos.

Verter en los vasitos plásticos para helados y meter al refrigerador hasta que se congelen.







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