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domingo, 11 de octubre de 2015

CON MI CABALLO TATUAJE…Sorbete de mango.


A quién cuando es muchachito no le gusta que un mayor se lo suba a los hombros y le haga caballito? Creo que esa es una delicia que todos hemos disfrutado en la vida, y quienes no han sido subidos en hombros en piso firme, lo han hecho seguro en una piscina, río, lago o playa.






El cuento es que en unas vacaciones, vaya usted a saber de qué año, vinieron a casa mis primos mayores Alfredo y Eduardo, hijos de mi tía Flora. Mis hermanas y yo, siempre fuimos de las menores entre los hijos de los hermanos de mi papá, y aunque no siempre, muchas  ocasiones eso significaba algunos beneficios. Lúdicos y simples pero beneficio al fin.

jueves, 1 de octubre de 2015

SI DE PRODUCCIÓN ME HABLAS DE PRODUCCIÓN TE CONVERSO…Sopa de costilla


En los recientes tiempos se ha hablado a nivel de gobierno de planes para reactivar la producción de arroz en Venezuela, por aquello de producir lo que se consume en el país con miras a disminuir la importación de rubros agrícolas. Quizás les parecerá extraño el tema en este blog, pero es que mi infancia estuvo marcada por el amor a la tierra que me inculcó mi papá, Pedro Vicente.

Pedro Vicente, mi papá!

Proveniente del Estado Apure, hijo de Don Goyo y Doña Norberta, es el menor de sus hermanos y fue criado entre el llano y la ciudad. Aprendió desde pequeño el trabajo del llano bajo la instrucción de su padre y consagró su vida profesional a la agronomía al graduarse de Ingeniero Agrónomo en la Universidad Nacional del Centro del Perú.

El caso es que al mudarnos a Barinas, dentro de una cosa y otra, a mi papá le otorgaron unas tierras para sembrar, en un sitio llamado La Calzada Páez, en los predios del Hato del mismo nombre que había sido en otrora propiedad del mismísimo José Antonio Páez.